Leyenda de Garoé
Cuentan las crónicas que en tiempos de la conquista hubo en
la isla de Hero (Hierro), un árbol al que los naturales llamaban Garoé, y no
conocían los estudiosos otro árbol similar en todo el archipiélago o tierra
conocida. Este era capaz de destilar el agua de las brumas que llegaban a él,
por sus grandes hojas, siendo esta recogida en unas oquedades hechas en el
suelo por los bimbaches (antiguos herreños). No había más agua en Hero que la
que destilaba el Garoé. Era por ello que los bimbaches adoraban a este árbol
como si de un dios se tratase, velando siempre por su bienestar y seguridad. No
obstante cuando vieron llegar a los conquistadores al puerto de Tecorone (hoy
de "La Estaca" ) temieron por su propia libertad y reúnen en Tagoror
a toda la isla, pues no era la primera vez que los barcos piratas llegaban a
aquellas islas para diezmar a su población vendiéndola como esclavos en países
allende el mar. En dicha asamblea se llega a la resolución de que se deben
cubrir las copas del Garoé para que no sea descubierto por los extranjeros, ya
que de no encontrar agua posiblemente se fueran, abandonando la empresa de
conquistar la isla.
Todo se hizo según lo acordado, y habiendo guardado reservas
de agua lo suficientemente importantes como para no volver al Garoé en varias
semanas e imponiendo la horca a quien revelase tan preciado secreto, vieron
como la expedición franco-española de Maciot Bethencourt comenzaba a sufrir las
penalidades de la sed. Fue entonces cuando una aborigen, Agarfa, se enamoró de
un joven andaluz de dicha expedición, y dejándose llevar por el amor que le
profesaba reveló el valioso secreto del Garoé sin pensar que con ello estaba
condenando a todo su pueblo a perder la libertad. Estando Maciot al tanto de la
buena nueva, sabía que la conquista de la isla estaba próxima. Por contra los
bimbaches, viendo como su árbol sagrado estaba en manos extrañas decidieron
ajusticiar a Agarfa, secuestrándola del campamento extranjero en donde se
encontraba, ahorcándola al alba del día siguiente.
Días más tarde Armiche ( Mencey, Rey de Hero ) rinde
homenaje al conquistador Maciot de Bethencourt y al poco tiempo fue cautivo
junto a sus más fieles vasallos, marchando con él, la libertad y majestad del
último mencey de Hero.
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